Saturday, December 16, 2006

NUEVAS SEÑALES DE CLARO ATRINCHERAMIENTO SE IMPONEN ESTRICTAS REGLAS PARA AUMENTAR CONTROL SOBRE LA PRENSA EXTRANJERA EN CUBA



Por Wilfredo Cancio Isla
El Nuevo Herald
Florida
E.U.
En un claro atrincheramiento para enfrentar situaciones de crisis o eventos trascendentales dentro del país, el gobierno cubano tiene listo un nuevo reglamento que delimita el ejercicio de la prensa extranjera y establece inmediatas sanciones para sus infractores.

El código de 11 páginas clarifica y amplía los ya estrictos controles gubernamentales sobre los corresponsales extranjeros, las coberturas informativas y el acceso de periodistas a la isla, aceitando la estrategia de respuesta frente a la avalancha de reporteros que trataría de llegar a Cuba al producirse el fallecimiento del gobernante Fidel Castro.

De acuerdo con la resolución 182/2006 emitida por el Centro Internacional de Prensa (CPI) del Ministerio de Relaciones Exteriores bajo el título de Reglamento para el ejercicio de la prensa extranjera en Cuba:

• El CPI podrá suspender temporalmente o retirar definitivamente la acreditación periodística ``cuando el titular realice acciones impropias o ajenas a su perfil y contenido de trabajo, así como cuando se considere que ha faltado a la ética periodística y/o no se ajuste a la objetividad en sus despachos''.

• El medio de prensa interesado en enviar temporalmente a Cuba a un periodista o un equipo de trabajo deberá presentar la solicitud a las autoridades cubanas con no menos 21 días hábiles previos a la fecha del viaje.

• Solamente se autorizará una matrícula de automóvil por cada corresponsal permanente del medio de prensa. Los acreditados como colaboradores no tendrán derecho a un auto con la matrícula de prensa.

• Los colaboradores cubanos acreditados ante el CPI tendrán que declarar el dinero que perciben en moneda libremente convertible y pagar impuestos por estos ingresos.

Aunque la resolución tiene fecha del pasado 28 de octubre, no fue hasta la pasada semana que el texto comenzó a entregársele a los corresponsales extranjeros acreditados en La Habana para su aplicación.

''Es obvio que el gobierno se está preparando para un evento inminente que implica una oleada masiva de prensa internacional y quiere dejar bien claro cuáles serán los límites del terreno'', dijo un corresponsal europeo que pidió anonimato. ``Esto es algo que es visible en todas las esferas del país''.

El reglamento se sustenta básicamente en las reglas impuestas desde 1997 para el funcionamiento de las corresponsalías extranjeras en Cuba, pero en esta ocasión resulta más exhaustivo en torno a las restricciones impuestas, el uso de acreditaciones temporales y los periodistas en tránsito.

''Que el código haya salido justamente en estos días no deja dudas de cuál es su mensaje'', agregó la fuente.

Actualmente hay acreditados en Cuba 160 periodistas de 114 medios de comunicación de más de 30 países.

En el caso de profesionales de la prensa que viajen al país amparados en tarjetas turísticas u otro tipo de visa, el código es enfático en su advertencia: ``Deben abstenerse de ejercer el periodismo, a menos que cambien su estatus migratorio''.

''El incumplimiento de este trámite constituye una violación de las disposiciones migratorias vigentes en Cuba y expone al profesional de la prensa a ser reembarcado a su lugar de origen'', indica el documento.

El pasado 31 de julio, la noticia de la enfermedad de Fidel Castro y el traspaso temporal del poder al general Raúl Castro generó un oleaje de prensa extranjera hacia la isla.

Las autoridades cubanas negaron la entrada al país a numerosos periodistas que intentaron entrar como turistas e incrementaron los obstáculos para la entrega de visados de prensa para informar sobre la situación.

La prolongada ausencia de Castro de la escena pública y el incremento de los rumores acerca de su depauperada salud, que el gobierno califica de ''secreto de Estado'', han acelerado los planes de la prensa internacional para la cobertura noticiosa del fallecimiento del gobernante.

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), con sede en Nueva York, consideró ayer que el nuevo reglamento reafirma el comportamiento selectivo que históricamente han seguido los funcionarios cubanos a la hora de otorgar visados a la prensa internacional.

''A través de este reglamento el gobierno busca dejar en claro, una vez más, que continuará en ese camino'', señaló Carlos Lauría, coordinador del programa de las Américas del CPJ.

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) opinó que el documento es ''tremendamente restrictivo'' para el ejercicio periodístico y la libertad de expresión.

''Este reglamento demuestra que no hay una voluntad auténtica de abrir espacios en Cuba en materia de libertad de prensa'', manifestó Gonzalo Marroquín, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa de la SIP.

El texto completo de la resolución puede leerse en la edición digital de El Nuevo Herald.





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